lunes, 10 de agosto de 2015

EUSTAQUIO ARRINDA Y LOS HERMANOS TOMÁS Y ANTONIO AZNAL




 

 DE MENDAVIA A TERRANOVA


 
Frecuentemente, cuando se utiliza el término “lobo de mar”, quienes lo hacen desconocen lo que ello realmente significa. Digo esto porque yo que fui marino durante más de una década y en toda mi vida tan solo he conocido a uno, estoy rotundamente convencido de que el “lobo de mar” es una especie ya extinta. La modernidad y las comodidades que proporciona el progreso han hecho que la navegación y la pesca de gran altura  dejen de ser una interesante y arriesgada aventura para convertirse a menudo en una simple y rutinaria actividad marítima.

 

El capitán Eustaquio Arrinda Aranburu

Hace más de cincuenta años tuve la suerte de conocer personalmente a uno de los más legendarios lobos de Euskal Herria, quizás el último ejemplar de la especie. Se llamaba Eustaquio Arrinda Aranburu y había sido el primer capitán de la también legendaria compañía bacaladera “PYSBE”, fundada en 1927 y donde también navegó el capitán debarra Antonio Andonegui. 
 
En ella realizó Eustaquio 54 campañas en aguas de Terranova a bordo de los bous Alfonso XIII (posteriormente rebautizado como Hispania), Euskalerria, Galerna, Tramontana y Abrego, buque éste último donde batió el record del mundo en pesca de bacalao.

Su hijo Anes, párroco de Deba durante más de cincuenta años, me comentó que su padre, Eustaquio, se había iniciado  en barcos de vela y que una vez, navegando en un motovelero reventaron las calderas y a punto estuvo de morir tras irse el barco a pique.

 Aunque nacido en Lekeitio, Eustaquio vivía en Deba con Anes. Su otro hijo, Donato, también sacerdote, había sido condiscípulo de mi padre en el seminario de Vitoria y entre ambos existía una gran amistad. Ello, entre otras cosas, motivó el que la relación entre los Arrinda-Albisu y los Turrillas fuese, digamos algo especial, lo que me permitió conocer de cerca y de primera mano interesantes historias sobre Eustaquio Arrinda y sobre quienes con él navegaron. Por cierto, haciendo referencia a la condición sacerdotal de sus dos hijos y a la sotana que aquellos vestían, el viejo capitán solía decir: “he tenido dos hijos y los dos con faldas”.

Puerto de Pasaia. Año 1947. Ignacia Albisu, esposa de Eustaquio Arrinda,
en el puente de mando del "Abrego".

Todavía, después de tantos años, recuerdo la imagen de Eustaquio, ya mayor, grande y torpe en el andar, merendando en el antiguo bar Mazzantini de Deba junto a otros jubilados.
Solía llevar la merienda de casa y para acompañarla pedía un vaso de vino blanco. El vaso siempre era de tubo y la medida del contenido siempre lo marcaba el mismísimo borde. A veces, si la conversación se animaba, había repetición.

Vivía con su esposa, la lazkaotarra Ignacia Albisu Sarasola, en el tercer piso de la casa del Monreal. Siempre me llamó la atención la veleta que con la silueta del bacaladero “Abrego” el viejo lobo había colocado en el balcón de casa.  

 El hecho de que Ignacia fuese de Lazkao, y la residencia del matrimonio en esa localidad antes de hacerlo en Deba, debieron influir para que, curiosamente, muchos de los tripulantes contratados por la PYSBE, a menudo baserritarras, fuesen de esa población del Goierri y de otras cercanas.
 
 
El bacaladero "Abrego" en el puerto de Pasaia.
 
También influyó la posterior residencia de la familia Arrinda-Albisu en Deba para que dos jóvenes procedentes de la localidad navarra de Mendavia, los hermanos Tomás y Antonio Aznal Sainz, fuesen contratados por la potente empresa bacaladera para embarcar en buques con destino a aguas de Terranova.

Quien primero llegó a Deba fue Tomás. Su periplo desde Mendavia a Deba es digno de relato. Eran tiempos de posguerra, tiempos muy difíciles y Tomás había ido a Salvatierra donde encontró trabajo sacando patatas. Las aspiraciones del joven estaban por encima de lo que la patata podía ofrecerle, así fue que junto a otro amigo decidieron marchar a Francia con la intención de labrarse un futuro. Sus planes quedaron abortados en el momento que decidieron pasar furtivamente el Bidasoa, ya que fueron detenidos por la guardia civil y encarcelados durante un mes en Donostia.

Grupo de marineros del bacaladero "Abrego" posan en cubierta.
Arriba, en el centro, Tomás Aznal.

Quiso el destino que sus pasos se cruzasen en la capital guipuzcoana con los de otro navarro afincado en Deba: Abdón Echavarri, quien además de regentar el bar Mazzantini, tenía un negocio de venta ambulante de patatas y carbón.
Abdón ofreció al joven de Mendavia la oportunidad de trabajar para él en la venta de esos productos. La oferta fue aceptada de inmediato por el mayor de los Aznal quien directamente pasó a residir y trabajar en Deba.

No pasó mucho tiempo, cuando cierto día, seguramente mientras merendaba en el bar Mazzantini, el capitán Arrinda preguntó a Tomás a ver si quería ganar “dinero del bueno”. Tomás respondió afirmativamente, lo que hizo no sin antes avisar a su hermano Antonio para que este le reemplazase en el negocio de Abdón. Al poco tiempo ya estaba navegando rumbo a Terranova y su hermano trabajando y residiendo en Deba.



Tomás Aznal junto a otro compañero, probablemente en el puerto de Saint Pierre (Terranova).

Según palabras de Tomás, lo más difícil de soportar era el frío. Mencionar que en aquellos tiempos las condiciones de trabajo en los barcos que faenaban en Terranova eran extremamente duras, tan duras que quienes embarcaban en los bacaladeros estaban exentos de realizar el servicio militar. Las temperaturas a menudo llegaban a 40 grados bajo cero y a veces los barcos solían quedar totalmente bloqueados por el hielo. El trabajo en cubierta hacía que las manos y los pies estuviesen a menudo a punto de congelación por lo que siempre había un gran puchero con varios litros de café con coñac  bien caliente dispuesto a actuar como “anticongelante” de los ateridos cuerpos.

Tomás comenzó a navegar con Eustaquio a bordo del “Abrego”. Según nos cuenta uno de los hijos del entonces joven navarro, el viejo lobo de mar lekeitiarra solía llamar a su protegido para que subiese al puente de mando a tomar un café, charlar y calentarse durante un rato. Tomás navegó en otro buque, probablemente el “Galerna” o el “Tramontana”, y lo hizo durante los años 53,54,55,56 y 57.

Tentado Antonio por las entonces sustanciosas ganancias en  las campañas bacaladeras de su hermano, este recurrió a Eustaquio Arrinda para que le embarcase en uno de los bous de la "PYSBE". Al poco el segundo de los Aznal seguía los pasos de Tomás rumbo a Terranova.

 Aunque navegó durante menos tiempo que su hermano mayor, lo hizo también en dos buques de la compañía, uno de ellos el “Abrego”, pero nunca coincidieron en el mismo barco.
Recuerdo haber oído a Anes cómo su padre solía decir que aquellos dos jóvenes llegados de la ribera navarra producían más a bordo de sus barcos que el resto de la tripulación.

Antonio Aznal (izquierda) y Tomás Aznal (derecha) con sus respectivas esposas Isabel Eizaguirre y Loli Iruretagoyena.

El 27 de diciembre de 1954, aprovechando una estancia en tierra, Tomás se casaba con la joven debarra Lolita Iruretagoyena.
Otro tanto haría Antonio, casándose en 1958 con la joven Isabel Izaguirre, en cuya casa de la calle Astillero se encontraba hospedado como pupilo. Con sus matrimonios, los dos hermanos de Mendavia echarían definitivamente raíces en Deba, lugar donde hoy siguen viviendo sus hijos y nietos.

Pero no fueron ellos los únicos Aznal en arribar a Deba. Posteriormente lo harían dos hermanos más: Félix y Javier. Tras un tiempo en Deba, Félix regresaba  a Mendavia;  Javier se casaría con la debarra, Pili Azpeitia, echando también raíces en esta población, donde actualmente reside. 
 

LOS PROTAGONISTAS:
. Eustaquio Arrinda nació en Lekeitio el 20 de septiembre de 1883.Comenzó a navegar con quince años y dejó de navegar a los 70. Lo hizo tras coger una grave pulmonía y ser ingresado en un hospital canadiense. Tras 55 años de mar, falleció en Deba el 4 de mayo de 1967, donde fue enterrado; tenía 84 años.     

 
Retrato de Eustaquio Arrinda Aranburu.

 
. Tomás Aznal Sainz nació en Mendavia el 21 de diciembre de 1923. Durante los años que navegó en la PYSBE (53, 54, 55, 56 y 57) lo hizo en dos buques de esa compañía. Tras dejar de navegar entró a trabajar en la cantera de la familia Aperribay y más tarde en las empresas TEM y Danobat. Murió en Deba el año 1989 con 65 años.

. Antonio Aznal Sainz nació el 5 de noviembre de 1929. Tras dejar de navegar en la PYSBE, trabajó en varias empresas de la localidad. Falleció en Deba el 28 de julio de 2012 a los 83 años de edad.

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