martes, 16 de agosto de 2016

SOBRE LA RELIQUIA DE SAN ROQUE Y OTRAS RELIQUIAS DE LA VILLA DE DEBA





Ermita de San Roque,16 de agosto: devoción y tradición. En la imagen,
 el sacerdote debarra Josean Larrañaga da a besar la reliquia del santo a Patxi Alzibar.

El origen de la veneración a las reliquias religiosas se pierde en la oscuridad de los tiempos. Debió nacer cuando hace muchos miles de años la fe del ser humano se basaba en creencias y ritos de tipo animista.
Hoy día prácticamente todas las grandes religiones, incluidas la cristiana, la musulmana y la budista, siguen dando culto a esos restos a los que, en ocasiones, el fervor popular ha atribuido poderosas propiedades  milagrosas.
Ese fervor ayudó a que durante la Edad Media la importancia de las iglesias se midiese según el número y calidad de sus reliquias, lo que propició que se organizase un lucrativo negocio en torno a éstas, gran parte de ellas, dicho sea de paso, falsas. Un templo con reliquias importantes atraía a numerosos fieles lo cual se traducía en numerosas dádivas y limosnas por parte de los devotos.

Como dato curioso decir que aún hoy, a lo largo de toda Europa se conservan “reliquias” tan "interesantes" como los pañales, el cordón umbilical, el prepucio y más de sesenta y cuatro dientes de leche del Niño Jesús, diversas ampollas con gotas de leche de la Virgen así como uno de sus brazos, las colas de dos asnos que llevaron a Cristo, dos plumas y un huevo del Espíritu Santo tras convertirse en paloma, varias plumas de los arcángeles San Miguel y San Gabriel, dos botellas con un suspiro de San José y un estornudo del Espíritu Santo, o un trozo del mismísimo barro con el que fue creado Adán, que no es moco de pavo.

Pero a estos curiosos, divertidos y anecdóticos datos no escapa el municipio de Deba.
En el capítulo VI del libro “Breve Historia Del Mas Luminoso Astro, Y Brillante Estrella De La Mar, La Milagrosa Imagen De Maria Santisima De Iziar”, escrito en 1767 por don Pedro Joseph de Aldazaval y Murguia, vicario de Deba, éste hace un pormenorizado relato de las reliquias donadas en tiempos pasados por ilustres hijos de la villa al santuario de Itziar y a la iglesia de Deba. Debido a su interés transcribo directamente algunos párrafos.
 “ Entre otras Reliquias, que se veneran en este Santuario, es muy singular, e insigne una Cabeza entera de las once mil Virgenes, que desde Flandes embió á esta Parroquia, con el correspondiente adorno, año de 1580, Don Juan de Lastur hijo de esta Villa de Deva, y Thesorero de los Reales Egercitos en aquellos Paìses, y assi mismo otra Cabeza para la Parroquial Matriz de la misma Villa”.



En la imagen, dos relicarios conservados en la iglesia de Deba y que curiosamente
 están datados como del año 1580, el mismo año en el que Juan de Lastur envió
 desde Maastricht los cráneos pertenecientes a dos de las “once mil vírgenes”
 (en realidad eran once: Santa Úrsula y diez compañeras más) martirizadas en el siglo V por los hunos.
 ¿Serán estos los relicarios que albergaron los citados cráneos?. Realmente es muy probable. 


El envío de Juan de Lastur incluía también  “tres Cavellos de la propia Cabeza de la Gloriosisima Virgen Nuestra Señora, y una parte del verdadero Madero de la Santa Cruz, y parte de la Cabeza del Glorioso San Andres, y un huesso de San Gervasio, Patron de su Iglesia (en Maastricht), y de los huesos de San Blas Martyr, y otras Reliquias de mucha veneración”.  
Todas las reliquias fueron enviadas desde la ciudad de Masstricht, Países Bajos, el 15 de marzo de 1580, con sus correspondientes certificados de autenticidad y el aval de las más altas jerarquías eclesiásticas.
Desgraciadamente, aunque parece confirmado que las reliquias efectivamente llegaron a Itziar, en 1767 estas habían desaparecido, según el vicario Aldazabal Murguia, “o por el sacrílego hurto de algún desalmado, o por el descuydo de mirar por ellas con devida atención, o por ambos motivos juntos”.
 
En  1607, otro debarra, el jesuita Pedro de Aguirre, enriquecía la colección de reliquias del santuario de Itziar con una nueva remesa procedente de iglesias y catacumbas de Roma. Dichas reliquias se presentaron en Itziar “con la mayor pompa, y solemnidad en 15 de Agosto” de ese mismo año. Entre esas reliquias se encontraban  “Una Costilla entera de los Martyres de San Calixto en la Iglesia de San Sebastian de Roma…, un Huesso de la Canilla de los mismos Martyres; otro de San Primo Martyr; otro huesso de Santa Lucia Virgen, y Martyr; otro de San Paternio Martyr; otro de San Ignacio Martyr; otro de San Thimoteo Martyr; otros ocho de los Santos Martyres San Leon, San Alifax, San Jacinto, San Pio, Santa Liberata, San Valerio, y San Antonino, y otras muchas Reliquias de Santos Martyres, cuyos nombres se ignoran”.

                                                                      
Reliquia de San Roque
conservada en Deba


Poco a poco con el paso del tiempo se han ido perdiendo la mayoría de todas aquellas reliquias. A pesar de ello aún quedan algunas como la del santo patrono de la villa de Deba, San Roque,  que es dada a besar a los fieles el día de su festividad, 16 de agosto.
Nadie sabe si la reliquia de nuestro santo es auténtica o si es “auténticamente falsa”, pero eso es lo de menos. La importancia de una reliquia no estriba en la reliquia en sí, sino en lo que encierran la vida, los hechos y los méritos del santo o persona de quien proceden o se dice que proceden. La auténtica  reliquia se encuentra en el mensaje, en el ejemplo que aquella persona pudo dejarnos.
Se dice que San Roque, hijo del Gobernador de Montpellier, por entonces territorio perteneciente al reino de Mallorca, lo tenía todo en la vida. A pesar de ello, tras vender todos sus bienes y dar lo recaudado  a quienes nada tenían, decidió dedicarse a ayudar a los apestados, convirtiéndose así en una verdadera ONG ambulante.
 
Creo que la historia me suena. En realidad la historia siempre se repite y mientras estos días disfrutamos de las fiestas de nuestro santo patrono, presiento que hay muchos San Roques, hombres y mujeres, ayudando a quienes hoy son tratados como verdaderos “apestados”. Roques salvando a los refugiados que llegan a la isla griega de Lesbos; Roques acogiendo a quienes buscando una vida digna atraviesan en barcazas y en pateras las aguas del Mediterráneo o del  Estrecho; Roques que arriesgan y pierden sus propias vidas por salvar las de otros en numerosos países en guerra; Roques que se dejan el pellejo trabajando por los demás, por los desposeídos, en los lugares más inhóspitos y olvidados del mundo ... incluso en el mismísimo corazón de la vieja Europa.

   
Deba, 16 de agosto. Imagen de San Roque en procesión hacia su ermita.