Ermita de San Roque,16 de agosto: devoción y tradición. En
la imagen,
el sacerdote debarra Josean Larrañaga da a besar la reliquia del
santo a Patxi Alzibar.
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Hoy día prácticamente todas las grandes religiones,
incluidas la cristiana, la musulmana y la budista, siguen dando culto a esos
restos a los que, en ocasiones, el fervor popular ha atribuido poderosas
propiedades milagrosas.
Ese fervor ayudó a que durante la Edad Media la
importancia de las iglesias se midiese según el número y calidad de sus
reliquias, lo que propició que se organizase
un lucrativo negocio en torno a éstas, gran parte de ellas, dicho sea de paso, falsas.
Un templo con reliquias importantes atraía a numerosos fieles lo cual se
traducía en numerosas dádivas y limosnas por parte de los devotos.
Como dato curioso decir que aún hoy, a lo largo de toda
Europa se conservan “reliquias” tan "interesantes" como los pañales, el cordón
umbilical, el prepucio y más de sesenta y cuatro dientes de leche del Niño
Jesús, diversas ampollas con gotas de leche de la Virgen así como uno de sus
brazos, las colas de dos asnos que llevaron a Cristo, dos plumas y un huevo del
Espíritu Santo tras convertirse en paloma, varias plumas de los arcángeles San
Miguel y San Gabriel, dos botellas con un suspiro de San José y un estornudo
del Espíritu Santo, o un trozo del mismísimo barro con el que fue creado Adán,
que no es moco de pavo.
Pero a estos curiosos, divertidos y anecdóticos datos no
escapa el municipio de Deba.
En el capítulo VI del libro “Breve Historia Del Mas Luminoso Astro, Y Brillante Estrella De La Mar,
La Milagrosa Imagen De Maria Santisima De Iziar”, escrito en 1767 por don
Pedro Joseph de Aldazaval y Murguia, vicario de Deba, éste hace un
pormenorizado relato de las reliquias donadas en tiempos pasados por ilustres
hijos de la villa al santuario de Itziar y a la iglesia de Deba. Debido a su
interés transcribo directamente algunos párrafos.
“ Entre otras Reliquias, que se veneran en
este Santuario, es muy singular, e insigne una Cabeza entera de las once mil
Virgenes, que desde Flandes embió á esta Parroquia, con el correspondiente
adorno, año de 1580, Don Juan de Lastur hijo de esta Villa de Deva, y Thesorero
de los Reales Egercitos en aquellos Paìses, y assi mismo otra Cabeza para la
Parroquial Matriz de la misma Villa”.
El envío de Juan de Lastur incluía también “tres
Cavellos de la propia Cabeza de la Gloriosisima Virgen Nuestra Señora, y una
parte del verdadero Madero de la Santa Cruz, y parte de la Cabeza del Glorioso
San Andres, y un huesso de San Gervasio, Patron de su Iglesia (en Maastricht), y de los huesos de San Blas Martyr, y
otras Reliquias de mucha veneración”.
Todas las reliquias fueron enviadas desde la ciudad de Masstricht,
Países Bajos, el 15 de marzo de 1580, con sus correspondientes certificados de
autenticidad y el aval de las más altas jerarquías eclesiásticas.
Desgraciadamente, aunque parece confirmado que las
reliquias efectivamente llegaron a Itziar, en 1767 estas habían desaparecido,
según el vicario Aldazabal Murguia, “o
por el sacrílego hurto de algún desalmado, o por el descuydo de mirar por ellas
con devida atención, o por ambos motivos juntos”.
En 1607, otro debarra,
el jesuita Pedro de Aguirre, enriquecía la colección de reliquias del santuario
de Itziar con una nueva remesa procedente de iglesias y catacumbas de Roma.
Dichas reliquias se presentaron en Itziar “con
la mayor pompa, y solemnidad en 15 de Agosto” de ese mismo año. Entre esas
reliquias se encontraban “Una Costilla entera de los Martyres de San
Calixto en la Iglesia de San Sebastian de Roma…, un Huesso de la Canilla de los
mismos Martyres; otro de San Primo Martyr; otro huesso de Santa Lucia Virgen, y
Martyr; otro de San Paternio Martyr; otro de San Ignacio Martyr; otro de San
Thimoteo Martyr; otros ocho de los Santos Martyres San Leon, San Alifax, San
Jacinto, San Pio, Santa Liberata, San Valerio, y San Antonino, y otras muchas
Reliquias de Santos Martyres, cuyos nombres se ignoran”.
Reliquia de San Roque conservada en Deba |
Poco a poco con el paso del tiempo se han ido perdiendo
la mayoría de todas aquellas reliquias. A pesar de ello aún quedan algunas como
la del santo patrono de la villa de Deba, San Roque, que es dada a besar a los fieles el día de su
festividad, 16 de agosto.
Nadie sabe si la reliquia de nuestro santo es auténtica o
si es “auténticamente falsa”, pero eso es lo de menos. La importancia de una
reliquia no estriba en la reliquia en sí, sino en lo que encierran la vida, los
hechos y los méritos del santo o persona de quien proceden o se dice que
proceden. La auténtica reliquia se
encuentra en el mensaje, en el ejemplo que aquella persona pudo dejarnos.
Se dice que San Roque, hijo del Gobernador de Montpellier, por entonces territorio perteneciente al reino de Mallorca, lo tenía todo en la vida. A pesar de ello, tras vender todos sus bienes y dar lo recaudado a quienes nada tenían, decidió dedicarse a ayudar a los apestados, convirtiéndose así en una verdadera ONG ambulante.
Se dice que San Roque, hijo del Gobernador de Montpellier, por entonces territorio perteneciente al reino de Mallorca, lo tenía todo en la vida. A pesar de ello, tras vender todos sus bienes y dar lo recaudado a quienes nada tenían, decidió dedicarse a ayudar a los apestados, convirtiéndose así en una verdadera ONG ambulante.
Creo que la historia me suena. En realidad la historia
siempre se repite y mientras estos días disfrutamos de las fiestas de nuestro
santo patrono, presiento que hay muchos San Roques, hombres y mujeres, ayudando a quienes hoy son
tratados como verdaderos “apestados”. Roques salvando a los refugiados que
llegan a la isla griega de Lesbos; Roques acogiendo a quienes buscando una vida
digna atraviesan en barcazas y en pateras las aguas del Mediterráneo o del Estrecho; Roques que arriesgan y pierden sus
propias vidas por salvar las de otros en numerosos países en guerra; Roques que
se dejan el pellejo trabajando por los demás, por los desposeídos, en los lugares más inhóspitos y olvidados del mundo ... incluso en
el mismísimo corazón de la vieja Europa.